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miércoles, 1 de noviembre de 2017

Origen de Oal Mer 4

La voz divina había anunciado el paraíso. Oal debía ser profeta una última vez, liderar a los kukai para invadir a sus depredadores.

A pesar de la fe en sus palabras y de la convicción que le impulsaba, Oal no lograba convencer a la gran tribu de buscar a los pakai y acabar con ellos. Tuvieron que pasar dos invasiones más, una de las cuales había dejado a una víctima después de mucho tiempo.

Con dolor y sudor frío en sus frentes, caminaron los cazadores para seguir la huella de los pakai, intentando encontrar el lugar donde se asentaban. Aquella vez no hubo carne en las fogatas, no más de la que se tenía guardada. Lo que sí hubo fue temor y una noticia.

En la parte más densa de la jungla se había localizado a los pakai. Eran más de los que se podían imaginar. Una gran manada que, a pesar de estar en peligro de extinción, no podría ser derrotada con cazadores y guerreros. Habían machos alfa entre los pakai, mucho más grandes y fuertes que el promedio. Era difícil colocar trampas o incluso acercarse con sigilo, pues los pakai conocían bien el territorio y lo protegían en todo momento.

Oal ya lo esperaba, sabía que esta última prueba no sería solamente para los guerreros sino para la tribu entera. Si querían invadir a los pakai con esperanzas de acabarlos a todos, las lanzas estarían en manos de todo kukai capaz de luchar.

Había llegado el día, una invasión estaba en camino a la jungla. Los cazadores y guerreros, los más experimentados, avanzarían en un primer grupo junto con Oal. Su ímpetu y fortaleza inspiraría a luchar al segundo grupo, formado por mujeres y hombres de todas las profesiones, gran parte de la población. Hubo un tercer grupo, el de los más jóvenes y los más viejos, la fuerza y la sabiduría de un futuro.

Tan pronto inició la contienda hubo pérdidas, de presas y cazadores. Los kukai del segundo grupo atacaron tan pronto pudieron. No había salida ni dónde esconderse, en las hojas corría la sangre de dos especies luchando por sus vidas. Las horas pasaron como si fueran minutos, el aire cubierto en gritos y aullidos de guerra y de pronto el silencio.

Los ancianos y los niños esperaron por sus familiares. Cantaron frente al fuego para alimentar sus esperanzas. Finalmente volvieron victoriosos los kukai que habían ido al combate, pero solamente los vivos, un puñado de sobrevivientes que cargaban a su moribundo líder Oal.

Fue en sus últimos momentos que el profeta concluyó su labor, asegurando a la tribu que el paraíso se encontraba "donde el río caía, en el hogar de una criatura divina". Oal murió unos momentos después, dejando la misión en manos de los pocos kukai que quedaban.

Los guerreros se hicieron ancianos, los niños maduraron y el destino fue alcanzado. Un río se convertía en una pequeña cascada, y esta formaba un lago donde habitaban anfibios de piel casi transparente. La señal fue clara para los kukai, pues no habían conocido criatura igual, el verde de los árboles y el pasto tenían un brillo especial.

Pero no fue suficiente con reconocer su destino. En medio del lago se manifestó un ser divino. Se trataba de aquella deidad que había guiado los pasos del profeta. Se mostró ante la tribu con el aspecto de su difunto líder, dándose a sí mismo el nombre de "Oal Mer".

Y allí fue donde todo comenzó. La deidad enseñó a los kukai un ritual para bendecir el agua y anunció las maravillas del futuro. El lago fue considerado un lugar sagrado, como un templo, por lo que la nueva aldea Oal Mer sería fundada a unos cuantos kilómetros del lago, junto a un río que aliviaba la densidad de la jungla.

De aquí en adelante todo fue tomando forma, pero cada tema tiene su explicación. Por ahora ya saben del oscuro pasado que llevó a los kukai al paraíso, a la aldea de Oal Mer. Conocen el origen del nombre y pronto conocerán mucho más de este pequeño mundo utópico que con gusto compartiré en este blog.

5 comentarios:

  1. Es muy interesabremy la forma de narrar ne ateapa todo tuebe un sentudo,una explicacion sinembargo,siebto pena por los pakai yo soy admiradora de los animales y mas lisprimatws pero supingo que asi es la naturaleza,un pico cruel,por lo demas me encabrampyedo facilmente teanspirtarme a Oal Mer y respurar su limpio aire,definitivo me encantaria vivir en ese lugar.

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  3. Imagino que para evolucionar o crecer son necesarias algunas acciones, si no se hubiera erradicado a los Pakai, estos siempre serian una amenaza constante para las nuevas generaciones, espero que se hayan guardado registros para las generaciones futuras

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    1. Gracias por el comentario. De hecho una de las profesiones kukai, los Nur, se encargan de mantener las historias ya que los kukai no tienen escritura como tal.

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