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domingo, 1 de septiembre de 2019

Temporada 1 - Capítulo 1 - El día después


Una densa jungla que no parece tener un inicio ni un final. Un horizonte con cerros y montañas verdes, de abundante vegetación. El mar de árboles altos es dividido por un extenso río que pareciera separar la jungla en dos partes.

Aquí, en una zona más plana y rodeada por los árboles, dividida también por el río, se encuentra la aldea OalMer. Hay casas de adobe y barro, como pequeñas cuevas donde viven los kukai; casi todas son como un cubo con una puerta.

Los habitantes de esta aldea, los kukai, tienen la misma apariencia que un ser humano. La mayoría de ellos son de piel morena u oscura. Su mundo es casi igual al planeta tierra, pero ellos viven en una sociedad utópica.

Son como nativos americanos, como mexicas, como mayas; son una especie única en el universo viviendo en un paraíso ancestral.

En OalMer no hay electricidad, ni dinero, ni política. Las prendas son de algodón y hechas a mano. La aldea es de adobe, barro, piedras y en ocasiones madera. Fuera de la aldea, todo es naturaleza.

Ya amanece y los kukai comienzan a despertar. Ellos salen de sus casas, algunos se lavan la cara con el agua del río, otros caminan por el puente de troncos para cruzar hacia los campos de cultivo; todos van a comenzar su día.

El calor de la mañana en la jungla está cada vez más presente.

Todos los kukai se dirigen a realizar sus labores, desde los campesinos (Bat) hasta los sacerdotes (Nur). Toman su ritmo mientras hablan sobre la noche anterior.

Completamente fuera de sincronía con el resto de los habitantes, se encuentra una joven kukai de piel oscura que aún está durmiendo en su casa. Ella empieza a despertar, mucho menos animada que los demás. Su nombre es Naroi.

Se puede sentir el calor de afuera, pero Naroi aún tiene suficiente sombra cubriéndola del sol y de su calidez. Ella se levanta, sin mayor entusiasmo, para salir de su casa. Estira el cuerpo hacia atrás y hacia los lados, bostezando descaradamente mientras ve a los demás kukai ya trabajando.

Uno de los kukai encargado de los alimentos (Bat) se acerca a Naroi con su canasto de frutas en el hombro. Él es Joka, un joven de piel morena y algunos años mayor que Naroi. Ella se percata y camina unos pasos hacia él.

JOKA
(sonriendo)
¡Hao!

NAROI
(seria)
Hao…

JOKA
Me imagino que no has comido aún.

NAROI
(igual de seria)
No. Acabo de despertar…

Joka baja su canasto del hombro para mostrárselo a Naroi. Ella comienza a buscar entre las frutas hasta tomar un inatui (mamey) y un ituatui (manzana/pera). Joka parece algo sorprendido por la actitud tan seria de Naroi mientras ella comienza a dar el primer bocado a su comida.

NAROI
(inclinando su cabeza ligeramente)
Gracias…

JOKA
(sonriendo de nuevo)
No hay problema. ¡Hao hao!

NAROI
(comiendo)
Hao…

Con el canasto nuevamente sobre sus hombros, Joka continúa su camino y eventualmente llega con otros kukai para ofrecerles el desayuno. Naroi lo ve caminar hasta que lo encuentra suficientemente lejos. Ella toma asiento junto a la puerta de su casa, en el suelo, y continúa comiendo.

Mientras se alimenta, Naroi piensa en lo que sucedió la noche anterior. Había sido la fiesta de la unión, hubo comida y bailes. Pero sobre todo, Naroi está recordando los combates; eventos deportivos y religiosos de suma importancia en OalMer.

Al terminar su comida Naroi se puso de pie, con las cáscaras de inatui en su mano, y comenzó a caminar. Ella pertenece a la profesión de los peleadores (Mer), así que se dirige hacia la arena kukai, que se encuentra en los límites de la aldea.

En el camino procura no voltear a ver a nadie, evitando que alguien llegue a saludarla. Antes de llegar a la arena, tira las cáscaras de su comida hacia los árboles, fuera de la aldea.

Después de unos minutos, Naroi ha llegado a la zona de trabajo de su profesión, o más bien a su zona de entrenamiento.

La arena kukai es como un pequeño estadio, es tierra moldeada por la naturaleza y por manos kukai a lo largo del tiempo. Es como un cráter cubierto de pasto y yerbas, el cual desciende hasta una parte aplanada en el centro. Ahí se encuentra un cuadro de arena enmarcado con piedras de río. En algunos puntos de la arena, desde arriba hasta abajo, hay unas cuántas piedras o pedazos de troncos que funcionan como asientos para los kukai.

Alrededor del cuadro de arena se encuentran practicando ya varios peleadores. Naroi apenas ha llegado, pero a diferencia de la mayoría, decide hacer su calentamiento y sus ejercicios por cuenta propia. Mientras esto sucede, un par de jóvenes Mer deciden entrar al cuadro de arena, lo cual llama la atención de todos los demás kukai, incluyendo a Naroi.

Uno de los peleadores en el cuadro es Ukau, un joven pero experimentado Mer de piel morena. Su contrincante es Kala, una joven de piel oscura con algunos años menos que Ukau. Ambos se dan un breve abrazo y luego chocan sus puños. Esto significa que el combate comienza.

Los demás peleadores observan el combate con atención, pero sobre todo con emoción. Pareciera que algunos de ellos quisieran seguir festejando como la noche anterior. Por otro lado, Naroi cruza los brazos y observa con seriedad el combate, sin acercarse demasiado.

Ukau se encuentra a la defensiva, incitando a su rival para atacar. Kala aparenta tener más energía, pero Ukau termina evadiendo los intentos que ella hace por empujarlo fuera del cuadro. Es evidente que Ukau intenta explicar a Kala un poco de su técnica conforme avanza el enfrentamiento. Sin embargo, entre palabra y palabra, ella toma desprevenido a Ukau y logra derribarlo. Kala toma el brazo de su oponente intentando aplicar una llave. Ukau se defiende para evitar ser sometido mientras Kala insiste en hacer su llave.

Naroi suelta un suspiro, gira los ojos y le da la espalda al combate para seguir con su calentamiento. Ella prefiere ocupar su tiempo para recordar los dos grandes combates de la noche anterior. En su cabeza, Naroi analiza los movimientos de Erem, que a pesar de no ser peleador, logró darle batalla a Suil, el kukai más musculoso de la aldea.

Después de darle un tiempo a aquel pensamiento, Naroi se concentra en su gran obsesión, su meta a superar; Onira, la campeona invicta de todo OalMer. Como siempre, fue el combate con el que se terminaron los rituales de la noche pasada. Y Naroi insiste en recordar a Onira y su victoria. Está perdida en sus pensamiento.

Mientras tanto, Kala y Ukau son interrumpidos por un veterano de los combates, un anciano de piel morena que observa a los jóvenes Mer en su enfrentamiento. Se trata del viejo Eko.

EKO
¡No, no! Así no, muchachos.

UKAU
(riendo un poco)
Lo siento. ¿Qué hicimos?

EKO
(en tono de burla)
Pelear no, eso es seguro.

Se escuchan algunas risas entre los peleadores que observan. Kala suelta una carcajada, pero inmediatamente guarda silencio para no parecer irrespetuosa. Ella y Ukau sonríen mientras Eko les de unas palmadas en la espalda a ambos.

KALA
(hablando a Eko)
Sólo es una práctica, Ukau quiso ayudarme.

EKO
Lo sé, pero así no van a mejorar mucho.

UKAU
(hablando a Eko)
¿Usamos el agua sagrada?

EKO
No, no. Combate de agarres está bien. Lo que necesitamos es que sea un combate balanceado.

Eko busca con la mirada y señala a uno de los jóvenes peleadores que están observando lo que sucede.

EKO
(señalando a uno de los jóvenes)
¿Crees que él está al nivel?

UKAU
(insgeguro)
Bueno…

KALA
(intentando hablar en voz baja)
Yo creo que no.

Entre los peleadores hay risas y pequeños empujones para hacer burla al que “no está al nivel”. Ukau hace señas para disculparse y para señalar que Kala había hecho el comentario y no él. Juegos y bromas entre amigos.

Eko vuelve a buscar entre los peleadores y rápidamente identifica a Naroi, ya que es la única que se encuentra entrenando sin prestar atención a lo que sucede en la arena. Eko la señala mientras ve a Ukau, quien simplemente asiente con la cabeza. Kala parece algo sorprendida por la elección y traga un poco de saliva. Ukau voltea a ver a Kala, pero ella sólo sonríe. Eko alza un poco la voz para ser escuchado por Naroi.

EKO
(gritando a Naroi)
¡Oye! Eh…

UKAU
(hablando a Eko)
Es Naroi.

EKO
Ah, claro. ¡Naroi! ¡Naroi!

Naroi interrumpe sus profundos pensamientos, como saliendo de un trance, y deja de hacer sus ejercicios al escuchar la voz del anciano. Ella voltea, sin querer dar un sólo paso hacia adelante. Eko gesticula con la mano para pedirle a Naroi que se acerque. Ella no parece muy convencida, pero al final se acerca con los brazos cruzados. A pesar de su seriedad y disimulado descontento, ella procura no ser maleducada.

NAROI
(seria)
Hao…

UKAU
Hao.

EKO
Oye, Naroi, pelea contra Ukau. Está enseñando a…

UKAU
Kala.

EKO
(sonriendo)
Sí, sí. A Kala.

Naroi lo piensa un poco, principalmente por lo repentina e incómoda que le parece la situación. Ella asiente con la cabeza levemente y luego mira a Ukau, con el ceño un tanto más fruncido. Ukau levanta los hombros, como disculpándose nuevamente, aunque esta vez con Naroi. Kala suelta un gran suspiro, seguido de unas risas.

KALA
(riendo)
¡Ah, estaba preocupada! Pensé que querían que yo peleara con ella.

UKAU
No, no sería justo. Naroi es una Mer muy fuerte.

Naroi deja de fruncir el ceño, casi a punto de sonreír. Pero antes de que eso pase, ella suelta sus brazos y los estira un poco. Intenta disimular que no le importó el cumplido de Ukau.

NAROI
(intentado verse seria)
¿Peleamos?

UKAU
Sí, claro.

EKO
Peleen bien. Combate de agarres, pero con fuerza.

UKAU
Sí.

EKO
(hablando a Kala)
Y tú pon atención. Que después peleas tú.

KALA
(algo avergonzada)
Está bien.

Eko y Kala salen del cuadro de arena, mientras Naroi y Ukau se dan el abrazo y chocan los puños para empezar su combate. Algunos de los demás peleadores ahora hacen calentamientos mientras observan, otros permanecen más atentos que antes, sobre todo Kala, quien ha tomado asiento junto a Eko.

Tanto Naroi como Ukau mantienen su distancia por un momento, dando pequeños pasos de un lado a otro. Los brazos levantados hacia el frente, listos para iniciar un agarre. Ukau toma la iniciativa intentando tomar las manos de Naroi. Ella se agacha para evitarlo y busca empujar a Ukau desde su abdomen. Él aprovecha la posición de Naroi y la toma con ambos brazos por la espalda, luego gira su cuerpo para intentar arrojarla. Naroi logra estabilizarse, aún atrapada por Ukau. Ella empuja con fuerza y ambos peleadores caen, logrando que Naroi escape de Ukau. Naroi rápidamente aplica una llave a Ukau, quien intenta defenderse aún estando atrapado.

Los peleadores gritan emocionados, incluyendo al anciano Eko. Kala está sorprendida. Naroi, confiada en su victoria, mira de reojo hacia otro lado y alcanza a ver a una mujer de espaldas. Tiene un cabello castaño e increíblemente largo, Naroi está segura de que es Onira. Sin embargo, al voltearse aquella kukai, resulta ser Rebeka, la hija de Onira, quien apenas llegaba a la arena.

Su confusión le ha desconcentrado por un instante, que le permite a Ukau escapar y de Naroi y aplicar otra llave. Casi de manera inmediata, Naroi pega en el suelo para aceptar su rendición. Ukau la suelta y el combate termina.

Ambos peleadores se levantan mientras Eko y Kala se acercan a ellos, caminando entre gritos y aplausos de los espectadores. Naroi se sacude la arena, Ukau se le acerca para intentar hablar con ella en voz baja.

UKAU
(en voz baja)
¿Estás bien?

NAROI
(seria)
Ajá…

UKAU
(en voz baja)
Pensé que ibas a ganar.

Antes de que Naroi diera alguna respuesta, Eko y Kala se acercan. Desde fuera del cuadro, Eko le pide a Ukau y Naroi que se acerquen, entonces salen del cuadro. El resto de los kukai continúa con sus ejercicios y prácticas. El espectáculo había acabado.

KALA
(emocionada, hablando a Ukau)
¡Eso fue increíble! Pensé que ibas a perder.

UKAU
Yo también. Je je.

EKO
Buena pelea, Ukau. No te rendiste, como siempre.

Naroi vuelve a cruzar los brazos. Eko voltea a verla, imitando la cara seria de Naroi y luego sonriendo.

EKO
(hablando a Naroi)
Y tú eres muy buena. Pero distraída.

NAROI
(pensando qué decir)
Sí… eh, gracias.

EKO
(riendo)
Pero no te enojes, ja ja. Todos perdemos alguna vez. Ukau tuvo suerte esta vez.

KALA
¿Verdad, Ukau?

UKAU
¿Eso qué significa, eh?

EKO
Ja ja. Creo que quiere la revancha.

NAROI
Voy a entrenar.

EKO
Sí, sí, claro. Gracias, Naroi. ¡Ya no te distraigas!

Naroi se aleja del cuadro de arena mientras Eko, Kala y Ukau continúan con su sesión. Naroi comienza a hacer flexiones de brazos en el suelo. Se mantiene firme por unos segundos con los brazos estirados mientras soportan su peso. Ella voltea hacia donde está Rebeka, quien le ha devuelto la mirada con una sonrisa. Naroi la ignora y continúa con sus flexiones.

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